Entrevista a Álvaro Loman

Álvaro Loman no se convertirá en el nuevo gurú de los libros de autoayuda, ni tampoco creemos que lo pretenda. Lo suyo es el rol y también escribir historias. Pero nos acaba de sorprender con su nuevo proyecto a modo de discursito.

El escritor madrileño afincado en Gran Canaria, se dio a conocer con el podcast "No es país para pejotas" y dio el bombazo con le juego de rol "El fin del mundo" para Edge Entertainment, recientemente traducida al inglés y distribuida en Estados Unidos de mano de Fantasy Flight Games. Según afirma, sigue siendo la misma persona.

En tu biografía explicas que tu primer personaje se llamaba Vómito de Leche y tenía una polla en la frente...

Sí, jejeje. Yo por aquel entonces no sabía ni lo que era el rol. Mi primo mayor jugaba y, en las reuniones familiares, improvisaba pequeñas partidas con el resto de niños, como si fueran cuentos interactivos. A mí eso me encantaba pero no era consciente de que era una cosa llamada «rol».

Más tarde, cuando ya tenía nueve años, quedaba con unos amigos todos los findes para jugar a las Magic. Se me daba (y se me sigue dando) fatal. Siempre perdía y nuestras partidas duraban más de una hora, lo que lo hacía más aburrido todavía. Pero seguía jugando porque era un niño y es lo que querían mis amigos. Pero un buen día me dijeron que íbamos a jugar a algo nuevo. Un juego de rol español llamado Fanhunter.

Es un juego cómico en el que los jugadores interpretan a miembros de una resistencia en un gobierno totalitario que ha prohibido cualquier forma de ocio. Así, la resistencia está formada por frikis que quieren su siguiente cómic o película. Yo por aquel entonces no conocía el cómic en el que estaba basado, pero me puse a jugar igualmente. De normal un jugador de rol debe diseñar el personaje con el que va a jugar, pero a mí me lo habían hecho ya. Era un mercenario homosexual con un pene en la frente.

Éramos pequeñajos y cualquier mención de penes, tetas, culos y pezones nos provocaba hilaridad así que, por poco sentido que tuviera, la idea me pareció fabulosa. Además, nunca llegué a saber si los testículos me bloqueaban la visión o no o si mi personaje tenía otro rabo en los pantalones…

Respecto al nombre, no recuerdo muy bien el motivo. Creo que era porque un día me contaron un chiste mientras bebía leche y, de la risa, la tuve que escupir. Supongo que eso también me parecía el culmen del humor.

¿Qué vieron en ti los directivos de EDGE para proponerte la creación de El Fin del Mundo?

Supongo que, en primer lugar, que no sabían lo de «Vómito de leche», jejeje.

Además, en las jornadas Edge Days de 2011, solicité una reunión con José M. Rey, editor de EDGE. Quería publicar con ellos el libro que ahora intento sacar por crowdfunding y se lo llevé para que lo viera. Además, para que pudiera comprobar cómo escribía, llevé un par de juegos de rol que había hecho por placer cuando llevaba el podcast No es país para pejotas.

José M. Rey tenía en mente sacar la saga de "El fin del Mundo" y estaba buscando alguien que lo desarrollara. Al leer mis textos les gustó el estilo y creyó que le venía al dedo a la publicación, así que me lo encargó. Hice un primer bosquejo de veinte páginas, lo aprobó y el resto es historia.

Amenazas Zombies, Invasiones alienígenas, ira de los dioses, revolución robótica...

Sí, la línea de juegos de "El Fin del Mundo" trata sobre amenazas fantásticas y terribles que destruyen la humanidad. Son cuatro libros que están especializados, cada uno, en uno de los cuatro tipos que has nombrado. Al contrario de los típicos juegos de rol, en "El Fin del Mundo" los jugadores no interpretan a seres ficticios, sino que se interpretan a sí mismos en el momento presente. Justo en ese momento se desencadena alguno de los posibles (y poco probables) fines del mundo y deben intentar salir con vida de ello.

Resulta muy cinematográfico. ¿Escribes a conciencia como si estuvieras elaborando un guión para una película?

Sí y no. Utilizo algunas técnicas que se suelen utilizar en escritura creativa o guión, pero solo en casos concretos. Es cierto que la temática es muy hollywoodiense y en muchos casos recordará a películas y obras famosas, pero es solo una coincidencia o un homenaje. Creo que el desarrollo de un juego de rol va por otros cauces muy diferentes a los de una novela o una obra cerrada de ficción.

En ese sentido se parece más a una serie televisiva, y por eso utilizo terminología de guión en algunos momentos. Pero, ¡que nadie se preocupe! Todo se explica para que nadie se pierda con esos términos.

¿Si tuvieras que destacar algún aspecto de tu juego que lo convierta en algo único cuál elegirías?

Yo creo que el sistema de juego debe incentivar o premiar que los jugadores jueguen de una manera concreta. Por ejemplo en "Unknown Armies", uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, el sistema de juego hace que los jugadores deban sacrificar cosas importantes para ellos a la hora de poder evolucionar. Cuanto más importante sea lo sacrificado, mayor poder conseguirán.

Esto ayuda a potenciar el tema o concepto del juego, que aparece en su portada: «Un juego de rol sobre el poder y sus consecuencias».

Yo intento que eso ocurra también en "El Fin del Mundo". Por eso cree un sistema de juego donde el estrés, no solamente físico sino mental y social, derivado de la destrucción de la sociedad puede acabar con los personajes.

¿Que Fantasy Flight Games se haya hecho con los derechos de El Fin del Mundo en USA te abres las puertas a nuevas publicaciones en EDGE?

¡Eso espero! Pero ya la liamos al presentar el primero de los libros de "El Fin del Mundo". Dijimos que saldría para navidades de 2012 y se retrasó más de cuatro meses, así que ahora nos tenemos que morder la lengua antes de anunciar cualquier cosa.

Así que no digo ni que sí ni que no ni que todo lo contrario, solo que ¡Pasapalabra!

Ahora mismo estás inmerso en tu siguiente proyecto, Rolero: El Discursito. ¿De qué trata?

Pues es un proyecto al que tengo mucho cariño. Es un juego de rol para ayudar a los roleros a explicar lo que son los juegos de rol.

Este libro es una conclusión lógica después de haberme leído media docena de ensayos de esa temática. Muchos libros hablan sobre las virtudes de los juegos de rol para convencer de que estos no son malignos pero, por desgracia, la mayor parte de sus compradores son personas que ya saben que los juegos de rol son buenos. Así no llegamos a ningún lado…

Cuando estaba en el podcast de "No es país para pejotas" hablábamos sobre este tema abiertamente y me animé a escribirlo. No quería un libro que explique lo que mola del rol, sino uno que ayude a los jugadores a ajustar su discursito según sus propias creencias personales.

No quiero convencer a todo el mundo de que mi visión de los juegos de rol es la mejor, al contrario. Quiero animarles a descubrir su propia visión y ayudarles a explicarla como es debido.

Le propuse la idea a Tiberio, que enseguida se lio la manta a la cabeza y nos pusimos a diseñar juntos una campaña de crowdfunding para sacarlo adelante. Tenemos preparadas muchas sorpresas para ir desbloqueando poco a poco. ¡Estad atentos!

http://www.verkami.com/projects/9935-rolero-el-discursito

¿Alguna experiencia que te haya marcado?

Recuerdo tener una amiga en el colegio cuyos padres no me dejaban subir a su casa porque era un jugador de rol. Y un profesor que llamó a mis padres para avisarles de que yo jugaba al rol en el recreo (y eso que en el patio había varios menores de edad que fumaban a diario). Eso son solo dos muestras, pero hay muchas más. Además he oído historias muchísimo más rocambolescas y terribles que me constan como ciertas.

Afortunadamente mis padres me apoyaron en mi afición desde el principio, pero sé que hay mucha gente que no ha tenido la misma suerte y tuvo que jugar durante años a escondidas.

¿Es El Discursito un libro de autoayuda para roleros?

Rotundamente NO y rotundamente SÍ.

Uno de los principales motivos por el que lo escribí es para ayudar a esos roleros que se sienten acomplejados, que se sienten menos que otros porque les gusta Doctor Who en vez del fútbol. Darles herramientas para que se puedan sentir en igualdad de condiciones.

Pero por otro lado, es un canto de amor hacia la afición que tantos días, meses y años de diversión me ha dado. Es un libro hecho desde el cariño, con miles de guiños que solo aquel que haya leído libros de rol podrá pillar y con una estructura y contenidos que quieren conseguir que cualquier rolero esboce una sonrisa al leerlo.

¿Crees que todavía hoy el rol es visto como algo extraño, incluso oscuro y deleznable?

A día de hoy creo que no existe esa persecución a los juegos de rol, pero mucha gente sigue manteniendo esa idea de «si el río suena es que agua lleva» por la que los juegos de rol deben ser peligrosos.

Por suerte los juegos de rol están teniendo más visibilidad a día de hoy. En The Big Bang Theory, por ejemplo, juegan con total naturalidad al rol y hace poco se anunció la primera serie basada en un juego de rol de la historia (Deadlands), pero considero que es únicamente un tímido paso hacia lo que debería ser una normalización real de la afición.

No me voy a explayar más en este tema porque quiero dejaros con las ganas para que veáis lo que pienso sobre el tema en el libro. ¡Espero haberlo conseguido!

¿Podrías avanzarnos algún consejo que aparezca en el libro y que ayude a los roleros a armarse de argumentos?

Sí, claro, ¡que te lo voy a decir a ti! Cómprate el libro, leche, que son solo doce euros.

Iremos hablando del tema en el blog del proyecto poco a poco y sacaremos algunas perlas gratis, pero esto también me lo callo para que lo veáis en directo...

Bueno, vale. Un consejo. No intentéis convencer a alguien de las virtudes del rol (y nada en la vida) como una colección de méritos que habéis leído en algún lugar y que suenan bien. Usad lo que os une a vosotros a la afición. Hablad desde el corazón, no desde el cerebro.

¿Tiene el rol cuerda para rato?

Creo que el rol, como cualquier otra forma de ocio, debe cambiar. Es más, ESTÁ cambiando. El crowdfunding, la unión a la afición, la piratería, el abaratamiento de la impresión, las nuevas plataformas digitales… Todo esto obligará a cambiar la industria. De nuevo, de la misma manera que está cambiando la industria cinematográfica, musical, etc.

Yo no sé hacia dónde camina el rol. Ni si el camino va a ser arduo o sencillo o si la meta será mejor o peor, pero sé qué el rol no ha muerto. Y que nunca lo hará.

*Entrevista realizada por Roman Aixendri

**Podréis encontrar los libros publicados hasta la fecha por Álvaro Loman en la Tienda Virtual Mathom