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Creo que estoy enfermo y que necesito ayuda médica y lo creo porque cuando le miro veo a un señor estúpido y desconsiderado. Evidentemente usted no lo es, el garante de la verdad nunca podría serlo. Por lo que concluyo que el problema es mío. Le ruego me ayude a enmendar mi error.
No soy nacionalista. Es más, considero que el nacionalismo, al igual que el feminismo, es un síntoma de que ha habido un maltrato y una desconsideración por parte de un colectivo hacia otro y que lo mejor para la sociedad sería que desaparecieran tales ismos porque eso significaría que tal discriminación habría desaparecido. Considero que hay unas cuantas formas de resolverlo pero que ahora mismo en el caso de Catalunya se está apostando por dos vías, a saber: Independencia por una parte, exterminio de lo catalán por otra. Señor Rajoy, creo que estoy enfermo por desear la primera en detrimento de la segunda. Yo no soy garante de ninguna verdad y soy muy autocrítico y tengo amigos que desean que Catalunya sea española y les respeto (y les sigo queriendo igual). Yo no creo que ellos estén equivocados, ni que sean malvados sino que considero que tienen una opción política fundada en intereses (igual que yo) y que con respeto tienen el mismo derecho a expresarlos y a defenderlos que yo. Evidentemente debo estar equivocado porque usted, garante de la verdad, manifiesta que el catalanismo es erróneo, falaz y manipulado. Debo estar enfermo. Le ruego me ayude.
Ustedes exponen que la educación y los medios de comunicación catalanes son un vivero de independentistas. Debo estar equivocado pero yo creo que el vivero catalanista lo son Intereconomía, 13TV, la COPE, TV1, Canal 9, Tele Madrid... Cuando las miro o escucho siento que hay algo que aflora. Por lo que respecta a la educación cabe decir que nunca recibí ni por parte de mis padres ni de mis profesores valores anti-españoles. En el colegio me enseñaron a querer a Cervantes, Machado, Alberti y un largo etcétera. Debo ser un monstruo que ama a España pero que quiere amarla libremente sin estar supeditado a sus intereses políticos. Debo estar enfermo. Le ruego me ayude.
Sé que a usted los catalanes catalanistas no le gustan. Supongo que a Felipe II tampoco le gustaban los Portugeses “Portuguesistas” ni a Alfonso XIII (bajo la regencia de María Cristina) no le gustaban los Cubanos “Cubanistas”. Tampoco de mayor le gustaron los Rifeños “marroquinistas”. Sé que a diferencia de Catalunya los otros territorios se alzaron en armas y sé que usted sabe que nosotros con las armas no podemos hacer nada, con Europa quizás sí. Me siento culpable de desear una Catalunya dentro de Europa sin intermediarios. Considero que lo mejor para Europa son micro estados federados dentro de un macro Estado. Seguro que estoy equivocado. Seguro que lo mejor es eliminar autonomías y españolizar incluso Europa como comentó en su momento Dalí. Una España surrealista. Debo estar enfermo por no verlo.
Ilustrado e Ilustre Rajoy, además de lo anteriormente mencionado tengo tendencia a ser de izquierdas, para mayor colmo de mi afección. Considero que es un despropósito cebarse con los débiles (clase media-baja) para evitar afrontar los problemas que implican eliminar ciertos privilegios atávicos de la clase alta. En lugar de intentar mejorar la calidad de vida de todos, ustedes se empeñan, supongo que con razón, en mantener el estatus de los ricos a cuesta de los menos adinerados. Mantienen los privilegios de la Iglesia, permiten que los clubes de fútbol de Primera División cometan fraude fiscal, perdonan a los ricos que evaden dinero en paraísos fiscales... Y a mí esto me repugna. Pero ya le digo, creo que estoy enfermo porque no entiendo cómo se come esto. Necesito ayuda psiquiátrica y un máster en valores españoles. Con los recortes la lista de espera en centros públicos es muy larga y hacer ahora un máster me lleva a la ruina. ¿Necesita enfermos señor Rajoy? Quizás le irán bien para tener un enemigo contra el que despotricar. Yo sé hacer el payaso, podría danzar, bailar. ¿Mi dignidad? Creo que usted ya me la ha quitado, pero claro, lo creo porque no estoy en mi sano juicio. Por todo lo dicho, señor garante de la razón, perdone a este fiel servidor de la nación española que ya antes de nacer no entendía de naciones ni de Estados y que siempre ha creído que un Estado es un constructo artificial para permitir la vida de aquellos que quieren compartir un proyecto común y que descree la idea de que el Estado español es “una unidad de destino en lo universal”.
Perdone mi incorregible latín de Castilla señor Rajoy, lo escribo muy mal. Perdone mi osadía de pensar antes de hablar y de intentar entender a los que no son como yo. Señor garante de la verdad, muy a mi pesar y sin razón alguna, debo decir que es usted una mala persona o en su defecto un ser banal que se deja llevar por malas personas y que es usted, con su gente, el que está ahogando “su” país y que mientras no haga autocrítica nada va a cambiar. Ya sabrá que estoy equivocado y por ello entiendo que me va a perdonar o, en el mejor de los casos, a “curar”.
Atte. Un don nadie.
PD: Perdone que le considere dictador, piense que estoy enfermo y no le importará. Le recomiendo también que acabe con el sentido del humor, es altamente subversivo y atenta contra sus planes razonables y verdaderos.
Roman Aixendri Cugat va néixer molt jove, a l'edat de zero anys. A mesura que s'anava fent gran s'anava preguntant cada vegada més coses, fins que un dia es va trobar dins de la facultat de filosofia, i després a la de comunicació audiovisual cosa que li provocà més dubtes. Quan no dubta se posa a escriure i viceversa.